Es una innovadora técnica fisioterapéutica que utiliza agujas de acupuntura para tratar ciertas dolencias, especialmente el síndrome de dolor miofascial, pero su similitud con la acupuntura termina aquí, no se deben confundir estas dos técnicas.
Se define como una técnica semi-invasiva porque las agujas penetran la piel en busca del punto gatillo, causante del dolor miofascial- para presionarlo, desactivarlo y acabar con el dolor. Para encontrarlo, la estimulación -comprensión, contracción, estiramiento, etc.- del músculo es vital, ya que si se produce dolor esto sugiere que existe un punto gatillo.
La aguja se puede considerar una extensión de los dedos del fisioterapeuta, una técnica palpatoria más, gracias al efecto “varilla”: la aguja permite apreciar los cambios en la firmeza de los tejidos atravesados.Hay que acompañar la punción con otras técnicas o tratamientos (conservador o superficial), como, por ejemplo; aplicación de sprays de frío, estiramientos u otras.
Como cualquier otra técnica de tratamiento, el éxito de la punción seca viene determinado por diversos factores. Mantener unos malos hábitos posturales o no realizar posteriormente los ejercicios recomendados por el experto, son sólo algunas de las causas para que esta técnica no funcione. A pesar de ello, las probabilidades de éxito son muy elevadas, especialmente si el material utilizado es el adecuado y si se deja esta técnica sólo en manos de profesionales.